Gardens of Gehenna - Mortem Saluta

by - junio 06, 2016


De los tres álbumes que editó Gardens of Gehenna durante el tiempo que se mantuvo activa, tal vez el que reviste mayor interés sea Mortem Saluta (1997), no solo por la manera particular en la que se encuentra concebido allí el Doom Metal, sino, además, porque en los discos que vinieron después los recursos industriales concentraron hasta tal punto la atención de la banda que restringieron las posibles ampliaciones que hubieran podido establecerse de aquella apuesta inicial. Nadie desconoce, por supuesto, que tanto en Dead Body Music (2000) como en Mechanism Masochism (2003) se revele una agrupación talentosa y, en consecuencia, una música que llega, incluso, a destacarse, pero su primera pieza había sentado una propuesta que hubiese valido la pena profundizar con miras a cosechar de ella algo más.

Ciertamente, Gardens of Gehenna, a pesar de vincularse con grupos como Alastis, Samael, Tiamat o Christ Agony, planteó una postura más atmosférica del Doom, unificando la lentitud propia de este género con la creación de ambientaciones a un mismo tiempo clásicas y siderales. De tal suerte, Mortem Saluta destila un aire cósmico, y toda su armonía evoca una especie de encuentro con un universo trascendente. Los teclados son los principales encargados de esta tarea, pero como su uso no llega a excederse en ningún momento, también contribuyen a ella las elaboraciones de la guitarra, morosas y de permanentes destellos melódicos, y la batería que, aun manteniéndose por lo general en los ritmos más pausados, eventualmente incluye aceleraciones formidables del doble-bombo (como sucede en "Prophecy").

La voz que oficia el viaje propuesto por Mortem Saluta es gruesa y firme, sin vacilaciones en su tono, y da cuenta de las líneas de cada tema de manera solemne, ceremonial, atravesando las sílabas prácticamente con la misma lentitud con que se va cosiendo el enlace entre la densidad de los riffs y la ambientación del teclado. Y nada de esto parece empalmar mejor con el contenido lírico que transluce Gardens of Gehenna: una poética de la muerte que captura el vacío, el tránsito metafísico, el sentido mitológico del fin, etcétera. Hay una suerte un tanto dispar en la confección de estas letras, pero algunas de ellas, como la de "Blood" -por demás, quizá la mejor canción del disco-, son memorables: "It's not the river that flows, but the water / It's not the years that pass, but we do".

La primera y única versión de Mortem Saluta fue lanzada por el sello belga Shiver Records en 1997, y de ella debe destacarse que su diseño y arte es 100% profesional. El cuadernillo contiene líricas, una fotografía y los datos de la producción. El disco fue grabado en Alemania, si bien su masterización se realizó en los Ocean Waves Studios de Estados Unidos y, en el arte, se insertó un pequeño homenaje a las culturas antiguas de Europa. Por último, huelga recordar que el último tema del álbum consiste en una versión industrial/electrónica del track inicial "Nebelmond", punto con el cual Gardens of Gehenna iba sentando de cierto modo la inclinación que tomaría posteriormente su música, justamente en la dirección de un sonido más cargado de sintetizadores.

GARDENS OF GEHENNA. Mortem Saluta. Shiver Records. 1997.
RANK: 8/10

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